El peligro de los rumores falsos

“Los inmigrantes abusan del sistema sanitario y colapsan las urgencias”, “el alumnado inmigrante baja el nivel educativo de las escuelas y genera guetos”, “se llevan los pisos de protección oficial, tienen preferencia”, “sobreocupan el espacio público y hacen un mal uso de él”. Son falsas percepciones que juegan malas pasadas porque no se corresponden con la realidad, pero ayudan a crear imágenes fijas que se asientan en el imaginario colectivo.

Atacar esos prejuicios con cifras y dar argumentos para rebatir las visiones más intoxicadas por ellos es el objetivo de una guía, Frena el rumor, que el Gobierno vasco ha realizado. La guía está disponible a través de Internet y ha sido remitida a las entidades locales para que realicen acciones en la sociedad vasca.

» No podemos aceptar más inmigrantes, son demasiados. Primero de todo, son menos de lo que percibimos que son. Aunque a principios de enero de 2011 la población extranjera en Euskadi suponía el 6,6% del total, la población autóctona pensaba, según el barómetro de Ikuspegui de ese año, que eran el 17,3%. Solo una de cada 40 personas de países menos desarrollados viven en un país diferente al suyo y el flujo de personas que emigran de estos países a otros más desarrollados es solo el 37% del total de la migración. Los inmigrantes son necesarios para Euskadi porque, de no ser por ellos, la comunidad autónoma hubiera perdido 45.000 habitantes. Además, existe la percepción incorrecta de que la mayoría están en el País Vasco de forma irregular, cuando el 77% tenía permiso de residencia en 2010.

» Viven de las ayudas sociales y abusan de ellas. Los inmigrantes acuden menos que los autóctonos a servicios como el sistema de pensiones, las ayudas a la dependencia o las prestaciones por discapacidad. Y su aportación fiscal es un 23,5% superior a la de los autóctonos, según un estudio de Bakeaz de 2006. Otro estudio de Emakunde —presentado la pasada semana y que no incluye la guía— subraya que las mujeres inmigrantes aportan 82 millones más mediante tributos que las cuantías que reciben a través de los subsidios sociales. De las ayudas sociales, solo el 7% de los inmigrantes las recibe por más de seis años, mientras que entre los autóctonos perceptores de estos subsidios el 43% las sigue cobrando por más de ese tiempo. El 9,3% de los inmigrantes son titulares de la Renta de Garantía de Ingresos. En total, el 25% de la población extranjera se beneficia de esta ayuda, los titulares y sus familias. La guía hace referencia a otra realidad. Y es que no son pocas las críticas de las personas autóctonas hacia las administraciones y hacia un supuesto trato de favor hacia los extranjeros. Esto no ocurre porque en el País Vasco “no existe regulación alguna que priorice a la población de origen extranjero frente a la autóctona”, recuerda la guía.

“La crisis no hace que los extranjeros sustituyan a empleados españoles”

» Nos quitan el trabajo. Los inmigrantes vienen a Euskadi a trabajar y, cuando ha empezado la crisis, su llegada se ha reducido ante la falta de oportunidades de empleo. “En casi todas las ocupaciones en que las personas españolas pierden empleos también los pierden las extranjeras [...] la crisis no incentiva que los trabajadores extranjeros sustituyan a los españoles”, recoge la guía. A mediados de los años 80, España alcanzó cifras de paro del 20% “sin apenas inmigrantes” y en las últimas dos décadas, cuando han ido llegando, el desempleo se ha mantenido en torno al 10%. Hoy en día, el 52% tienen trabajo y son el 32,5% de los trabajadores que trabajan en sectores no cualificados en Euskadi, muchas veces por debajo de su cualificación.

» Aumentan el machismo y la violencia de género. “Las mujeres extranjeras están sobreexpuestas respecto de las autóctonas”, reconoce la guía y el riesgo “tiende a incrementarse”. Los datos apuntan a que las autóctonas suponen más de la mitad de las denuncias interpuestas, por lo que las vascas no son ajenas al problema. “Todos los hombres han sido socializados en contextos patriarcales” apunta, aunque reconoce que en algunos lugares se ha sensibilizado más en temas de igualdad.

» No se quieren integrar. La integración es algo dinámico que “concierne a inmigrantes y personas de la sociedad receptora”. Las aulas vascas tenían el pasado curso más de 30.000 estudiantes extranjeros, que suponen un 20% del total de inmigrantes. El 81% de los extranjeros asegura que se maneja bien en castellano y hay 150 asociaciones de distintos colectivos. “Hay que estar atentos a un nuevo tipo de racismo sutil”, alerta la guía.